Mamparas de baño para niños

Una de las primeras cosas que aprendemos cuando tenemos hijos es que todas las medidas de seguridad que podamos incluir en nuestros hogares son pocas, sobre todo, cuando son pequeños. Es importante hacer un repaso a las diferentes habitaciones de nuestras casas y, si es necesario, realizar algunas modificaciones que nos dé la tranquilidad de que nuestros pequeños no corran el peligro de sufrir un accidente.

El baño es una de las zonas más conflictivas dentro del hogar y, de hecho, es el lugar donde suelen ocurrir la mayoría de accidentes domésticos. El agua, sumado a los materiales resbaladizos de las bañeras o duchas, convierten a estas zonas en potencialmente peligrosas, por lo que adaptarlos a los niños se convierte casi en una necesidad. No solo es necesario contar con bañeras seguras, otro de los elementos que hay que tener muy en cuenta seguridad en los baños para niños, pasa por instalar una mampara apta para ellos.

A continuación hablaremos sobre qué aspectos tenemos que tener presentes a la hora de elegir una mampara de baño segura para nuestros hijos:


Ante todo, seguridad

Uno de los puntos a los que hay que prestar especial atención es el grosor de los vidrios de la mampara. Lo más aconsejable es que sea elevado para que pueda absorber los impactos y resistir los movimientos bruscos que nuestros pequeños puedan realizar mientras juegan.

Por otro lado, si tenemos en cuenta que la perfilería es el factor que va a determinar la robustez de la mampara, debemos priorizar este aspecto y dejar un poco al margen el factor estético. Por último, si la bañera o el plato de ducha no es antideslizante, no está demás que contemplemos la posibilidad de cambiarlos para prevenir resbalones.

Fácil acceso y comodidad

Sin lugar a dudas, otro de los requisitos que deberemos tener en cuenta es la manejabilidad de la mampara. No olvides que está destinada a los más pequeños de la casa, por lo que tenemos que asegurarnos que cumple con unos requisitos mínimos en cuanto a comodidad y facilidad de uso.

Para cumplir con este punto, te recomendamos evitar perfilería inferior, ya que suele producir tropiezos o accidentes, y que durante la instalación te asegures de dejar un hueco amplio para que el acceso y la salida se puedan realizar sin dificultad. En cuanto al tipo de mampara, es preferible que instales una plegable antes que una corredera, aunque esto dependerá del tamaño y el espacio de entrada que tengas.

Si tienes una bañera, una alternativa a tener en cuenta puede ser una hoja de bañera. Este tipo de mamparas está formado por un único panel de vidrio situado en la zona más próxima a la grifería, por lo que deja un espacio abierto y amplio en la parte de atrás. Por el contrario, si hablamos de duchas para niños, una opción diferente, práctica y muy fácil de usar es una mampara partida por la mitad, ya que sus cristales superiores tienen la capacidad de abatirse hasta los 180º.

Asegura una buena estanqueidad

La estanqueidad de una mampara es la capacidad que esta tiene para evitar que se produzcan fugas de agua desde la bañera o ducha hacia el exterior. Según esta propiedad, todas las mamparas tienen un índice, generalmente del 1 al 3, que nos indican si existen mayor o menor probabilidad de que el agua salga hacia fuera.

Lo ideal es elegir una mampara que posea un alto nivel de hermetismo ya que así no solo evitaremos las salpicaduras de agua, también nos aseguraremos de que no haya un descenso en la temperatura en el cuarto de baño para niños.

Las mamparas de baño correderas son unas de las más recomendadas ya que ofrecen la posibilidad de instalarse con cierres magnéticos, convirtiéndose así en los mejores accesorios baño niños al ser muy estancas y seguras. Además, otra de sus ventajas es que cuentan con una altura bastante elevada, con lo que nos aseguraremos que nuestros pequeños no salpiquen o derramen agua hacia el exterior mientras estén jugando o chapoteando en su hora del baño.

Este tipo de mamparas son una opción ideal para bañeras o duchas y, además, encajan a la perfección en baños para niños con medidas muy reducidas. Tienen la ventaja de que no es necesario ningún espacio adicional para su instalación, únicamente ocupan el espacio de la bañera o ducha. También hay que destacar que este tipo de mamparas son muy cómodas ya que permiten un fácil acceso y salida de la bañera o ducha.

Elige una mampara con materiales antical

Si bien este punto no afecta a la seguridad en el baño de los niños, siempre es recomendable que nos aseguremos que la mampara elegida tiene incluidos materiales antical de serie o bien que se pueda aplicar tras su instalación con un spray. Este tratamiento es muy sencillo de realizar y, si tenemos presente que además de darle una mayor vida útil a la mampara, nos facilitará la limpieza y el mantenimiento de la misma, es una opción que merece ser considerada,

Una mampara con propiedades antical provoca que las gotas de agua se deslicen hasta el final de la misma, cayendo en el plato de ducha o la bañera. De este modo, estaremos evitando que se acumule tanto la cal del agua como los restos de jabón, aceites, champús... y que a la larga acaban por afectar y deteriorar los vidrios. Este consejo es especialmente útil en una bañera para plato de ducha niño, ya que sabemos lo mucho que les gusta jugar con el agua, salpicando todo lo que encuentran a su paso y dejando tras de sí un rastro de agua que luego nosotros debemos de limpiar.


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